MINUTOS QUE VALEN ORO

Elizabeth De Pérez

Eclesiastés: 3:1 ¡Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere tiene su hora!

El tiempo: Se compone en espacio y periodos. Que equivalen a: años, meses, semanas, días e incluso minutos. Dios nos regaló todo este espacio para que lo aprovechemos, El mundo ha tenido un aceleramiento de tal manera, que todavía con los 12 meses del año, las cuatro semanas de cada mes, 60 minutos de cada hora, 365 días del año. No es suficiente, es más si pudiéramos agregarle unas horas más lo haríamos; pero la biblia dice en Eclesiastés 3:1, «Que todo tiene su tiempo” Y hay un tiempo que nos relata la escritura que aún las clasifica.

Hoy quiero que reflexionemos sobre todo lo que Dios nos ha regalado. Cuándo fallamos como familia, cuando dedicamos más tiempo a otras personas que a nuestros propios cónyuges e hijos. Fallamos incluso cuando hasta en nuestro propio hogar tratamos y atendemos mejor a las visitas que a los de nuestra propia familia y no está mal pero a las visitas le sacamos la vajilla y los platos más elegantes, pero a los de la casa el plato quebrado y hasta el más feo, tal vez por no dedicar tiempo para arreglar y acomodar.

Pero cuando dedicamos tiempo para atenderlos, ellos nos lo sabrán agradecer toda la vida y también los estaremos enseñando. Unos de los momentos tan significativos para una familia es la hora de la comida, al servir los alimentos haz de ese momento algo único, Saca la mejor vajilla que te regalaron, la que compraste carísima, que la tienes para una ocasión especial, ¡Todos los días son especiales! esos platos están empolvados ¿dime una cosa? si llegas a partir el día de mañana, ¿Qué va a pasar, quien las va a disfrutar?

Se feliz, con los tuyos dedícales tiempo haciéndolos sentir importantes, ellos son el tesoro más hermoso que Dios nos ha regalado. Muchas veces nos empeñamos más en agradar y hacer sentir mejor a los demás, agrada y ayuda a tu esposo en algún trabajo que necesite de ti a tus hijos. Hay minutos que valen oro y los momentos que dediquemos a la familia a enseñarles a fundamentarles en la palabra. Son momentos, que nadie podrá borrarlos de su mente y de su corazón. Habrá un lugar que ellos siempre recordaran, incluso cuando les toque abandonar el nido, Ellos siempre nos recordarán y nos tendrán presente

Deuteronomio 6:7: Estas palabras que yo te mando hoy Estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ellas andando en tu casa, y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes.

Tenemos un gran compromiso delante de Dios el mayor ministerio que Dios nos ha regalado es la familia para que le dediquemos y la enfoquemos a lo que Dios quiere para nosotros y nuestra familia, dediquemos tiempo de calidad a los nuestros. Cuando el mundo se va y te deja, quienes estarán a tu lado será tu familia, ellos siempre han estado apoyándote, dediquemos minutos de calidad que cuando estés con ellos, prestemos atención a ellos míralos cuando te hablan no mires más el teléfono, mañana vas a querer que ellos te presten atención y te dediquen tiempo ¡APROVECHA EL HOY, por qué No sabemos el mañana solo Dios conoce nuestro tiempo!

Santiago 4:14 Dice: Nuestra vida ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego desaparece.

HABLA, ABRAZA, RÍE, AMA, aprovecha el tiempo con Dios y tu familia, si de repente miras y te das cuenta de cosas que dejaste de hacer aún hay tiempo es hora de recuperarlo ¡mientras hay vida ahí esperanza!

Si nos preguntamos ¿Cuáles son los tiempos de Dios?: Dios tiene su propio sentido del tiempo (2 Pedro 3:10) Para el señor un día es como mil años y mil años es como un día. Un minuto en la Presencia de Dios puede cambiar el rumbo de una persona, Pues un minuto bien dedicado a nuestra familia puede cambiar corazones.

¡El tiempo de Dios es perfecto!
Nunca es temprano
Y Nunca es tarde.
Él no tiene prisa, pero siempre llega a tiempo!