La sabiduría bíblicamente es la facultad de vivir la vida en sumisión completa a la dirección y los principios de Dios.

Esto no es nada fácil, si nos detenemos a ver este siglo tan pervertido y contaminado, pero nosotras no nos detenemos a ver tales cosas.

Si vamos a buscar una definición de sabiduría en el diccionario de la Real Academia.

La define en tres maneras:

1) Grado más alto del conocimiento;

2) Conducta prudente en la vida o los negocios;

3) Conocimiento profundo en letras o arte;

Sin embargo, en lo espiritual, el libro de Proverbios, uno de los libros de la biblia que nos sorprende en abordarnos con cuestiones cotidianas de nuestra vida, trayéndonos enseñanza en verbos fáciles de aprender. Nos muestra comparaciones en las cuales con frecuencia podemos meditar, por ejemplo:

“Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano. Y Bienaventurados son los que la tienen (Proverbios 3:18)”,

La sabiduría simplemente es el resultado de tener a Dios y vivir en integridad. Evitando la maldad, he allí el poder vivir de una manera agradable y perfecta delante de los ojos del Señor Jesucristo.

Testimonio: En mi trabajo secular desde los 12 años, aprendí muchos oficios, pues mis padres emigraron a Venezuela desde el Perú en el año 80 queriendo mejorar nuestra calidad de vida.

Y a pesar de no conocer a Dios, mi padre para mí criterio siempre fue sabio… Recuerdo que un día no me daba basto, a mi edad de 13 años me decían la hormiguita, pues no paraba de trabajar. Recuerdo que ese día hice una torta de piña, lo más rápido que pude para que se pudiera vender a tiempo y sabía que los ingredientes estaban completos por la practicidad que tenía en el momento, en 25 minutos estaría lista en un horno industrial fabricado por las manos de mi padre.

Debía echarle al molde azúcar y preparar un melado al punto exacto para agregar la piña y meterla en el horno. Al sacarla mi padre me dijo… ¡Caramba! ya eres una experta, ni cuenta me di cuando metiste la torta en el horno, ¡sino cuando empezó a oler!, esas palabras me fascinaron de venir de mi amado padre. Quien me enseñó a hacer las cosas con amor y aprendí: el trabajo, la perseverancia, el esmero de que todo salga bien y concientizar y saber que la medida de los ingredientes exactos y hecho con amor hacen que tu trabajo no sea ruidoso sino oloroso.

En el libro de Proverbios 2:1-9, 16, 20-22, en la exhortación a la obediencia debemos tratar y procurar ver según la perspectiva de Dios en preguntarnos ¿esto realmente será visto bien por el Señor? ¿agradará al Señor esto que estoy haciendo?

Proverbios 3 nos enseña que no debemos olvidar jamás lo que nuestro amado Padre nos ha enseñado para que nos vaya bien en todo, y hasta nos enseña que la palabra es la que nos trae medicina a nuestro cuerpo y refrigerio a nuestros huesos.

En definitiva, todo lo que aprendemos bajo la instrucción. ¡De nuestro Padre no se nos debe olvidar! No podemos ser olvidadizos sino retener en nuestra mente y corazón la palabra de Dios.

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¡La clave de todo es el Amor a la Sabiduría! El principio de la sabiduría es el temor a Jehová. Prov.1:7

¡Ama la sabiduría y no te olvides de ser ejemplo en todo!

¡Saber es conocer y vivir en ese conocimiento!

¡Por ello debemos esforzarnos en conocer más a Dios! ¡Porque de ese conocimiento depende nuestra confianza plena en su palabra!

Recuerda siempre: Proverbios 3:7-12, No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.

Así que te invito a llenarte de esa sabiduría y que no olvides llevar siempre en tus días:

Un Salpicado de vida. Una pizca de Alegría Un toque de Esperanza. Toneladas de Amor.

una cucharadita de Templanza. 3 porciones de Oración Diaria.

1 taza de Ayuno semanal o mensual. 1 mililitro de Vigilia según tu sed.

Así tendrás, UNA SAZÓN DELICIOSA