EDIFICANDO LA ECONOMIA DE MI IGLESIA Y HOGAR

Dayana De Giraldo

LUCAS 14:28. Porque ¿Quién de vosotros queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

Dentro del ámbito de la familia cristiana, existen algunos temas que son difíciles de tratar como las finanzas o la economía ya que uno le gusta gastar en cosas que no son provechosas y al otro le gusta ahorrar.

La palabra finanza: Busca la forma más adecuada de obtener los recursos para crear proyectos de inversión o infraestructura.
La economía: Estudia el impacto de esas inversiones.

El Dueño de la plata y el oro, como dicen las escritura, es Dios mismo, como cristianas e hija del gran Rey nos corresponde en ser buenas administradoras de las grandes bendiciones que nuestro Dios nos ha dado, no desechemos lo positivo que nos aconseja la biblia a cada una de nosotras como mujer, madre y esposa “El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancia. (Proverbio 31-11)”.

Es un deber, un mandato por nuestro creador en aprender a gerenciar lo que ha llegado a nuestras manos. Todo es un proceso, pero cuando utilizamos esa sabiduría como esas AYUDA IDÓNEA que somos, todo se hará más fácil. Dios provee lo que tenemos y el establece su uso y aprovechamiento legítimos

1. “EL SEÑOR ES DUEÑO Y DADOR DE TODO”.
El Salmista afirmo “De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en el habitan”. (Salmos: 24-1) todo lo que tenemos proviene de nuestro Dios para bendecir en nuestra vidas.

2.- SOMOS MAYORDOMOS DE LO QUE DIOS NOS DA.
En la biblia, nuestra mayordomía consiste en administrar con sabiduría y piedad los bienes que el Señor nos entrega, estimemos todo lo que Dios nos da, porque el espera que lo manejemos de la manera correcta y adecuada no como dice un refrán “Dinero en la bolsa hasta que no se gasta no se goza”.

No es el deber ser, ya que nuestro crecimiento financiero depende de cada una de nosotras:

  • La buena distribución de nuestros recursos.
  • La moderación en los gastos.
  • La generosidad en dar.
  • El habito de ahorrar.

3.- UNA BUENA ADMINISTRACIÓN.
La buena administración de los recursos puede ser el medio que Dios usa para traer crecimiento económico a nuestra vida. Dios tiene grandes promesas para cada uno de sus hijas como dice su palabra en (Mateo: 6-25), por tanto os digo. No afanéis por vuestra vida, que habéis de comer o que habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir ¿no es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?
La economía de nuestro Dios es prosperarnos y bendecirnos todos los días de nuestra vida, sino sabemos, pidámosle al Dios todo poderoso que nos ayude y nos enseñe como debemos ser unas excelentes mujeres edificadoras en los beneficios que el Señor nuestro Dios nos da.